¿Qué las mujeres
somos brujas?
Claro que sí. Estoy
de acuerdo.
Yo he curado el llanto
de la caída de un niño con la magia de un abrazo.
He realizado un
milagro para pagar todos los gastos y que aún quede para ese juguete que
ilusiona a mis hijos.
He limpiado y
recogido la casa en solo unos minutos y sin varita mágica.
He organizado una
suculenta cena, con solo sobras.
He logrado que un
niño concilie el sueño con el conjuro de caricias en la espalda.
He conducido mi
escoba tras quedarnos dormidos, esquivando atascos y logrando llegar a tiempo a
colegios y trabajo.
He logrado sacar la
sonrisa de familiares y amigos cuando todo lo veían negro.
He sido capaz, tras
un día malo, de esconder mi mal humor o mi pena, para jugar y reír a carcajadas
con mi familia.
He hechizado con amor
a mi esposo cada noche.
Por supuesto que soy
bruja.
Bienvenidos a mi aquelarre.