miércoles, 21 de julio de 2021

Feliz día mundial del perro ( 21 de julio)

 

Aquí desde mi rinconcito hoy quiero felicitar a todos esos compañeros de cuatro patas, que no hablan sino ladran, pero que se hacen entender como nadie con una simple mirada. 

    Hoy se celebra el día mundial del perro.
   
     He tenido muchos perros a lo largo de mi vida. En casa siempre hubo animales, con lo que crecí y he convivido con muchos de ellos. En algún momento llegué a convivir con más de un perro.
     
     Desgraciadamente viven menos que los humanos. Superado el duelo y aunque de entrada siempre decía que no volvería a tener más, al final por un motivo u otro llegaba otro adorable cachorro a mi vida.
      
     Algunos de ellos llegaron en momentos en los que necesité dar y recibir cariño, llenando mi vida con esa ternura y compañía que solo ellos saben aportar.
  
     Cada perro que he tenido era maravilloso e insustituible. Cada uno era especial, todos tenían distintos caracteres. Pero todos ellos me miraron siempre como si fuera su Dios, su todo. 

      Hoy en día, eres tú, mi dorada amiga, la que está en nuestra vida. Mis hijos te adoran. Eres la compañera de juegos de mi hijo, la atenta compañía de mi hija y aunque ella como adolescente te deje fuera de su cuarto buscando su intimidad, ahí estás tú pacientemente sentada hasta que ella decide abrir la puerta, para acercarte a ella llamando su atención, buscando que te de sus caricias y recibirla como si hiciera siglos que no la vez. Eres la que observa todo lo que hago mientras cocino o limpio. La que sabe exactamente cuando vamos a sacarla a la calle sin que digamos nada y sin que sepamos que hacemos diferente a cuando vamos a salir sin ti. Mi fiel compañera recostada a mis pies cuando escribo. La primera en recibir a mi marido cuando llega a casa. Eres capaz de reconocer de que humor estamos y reaccionar acorde a nuestro estado con exactitud. Soportas como nadie, que nuestros dos gatos te hagan trastadas o que te echen de tu propia colchoneta, aún casi triplicándoles el tamaño.

    En este día te doy más de una caricia extra, agradecida de que estés en nuestra casa y no con otra familia. Estoy convencida que eres un ángel sin alas que nos envió el Universo para llenarnos de más felicidad.

    Aprovecho para pedirles a ustedes, que por favor, si has adquirido un animal y no puedes tenerlo, te cansaste, creció más de lo que esperabas o no lo puedes llevar de vacaciones, hay lugares donde dejarlos y que estén seguros. No lo abandones en cualquier lugar. Él no te dejaría a ti aunque de ello dependiera su vida.

FELICIDADES, MI PELUDA AMIGA, MI ÁNGEL.


lunes, 19 de julio de 2021

A veces no son casualidades, sino causalidades.



Aquí, desde mi rinconcito quiero trasladarles algo que leí el fin de semana y que me hizo sopesar más la idea de que hay que vivir el momento. Que las cosas que nos suceden, buenas o malas, tienen un por qué, que si en este momento no lo entendemos, a lo mejor más adelante, sí; o quizás nunca nos demos cuenta, pero sucedió por algo. 

Leí lo siguiente:

    Después de los atentados del 11 de septiembre en Nueva York, una empresa que tenía sus oficinas en una de las torres del Word Trade Center, reunió a los empleados y ejecutivos supervivientes del ataque para compartir sus experiencias. 

    Lo sorprendente es que aquellas personas estaban vivas por distintas razones, por detalles tan pequeños que a veces nos parecen insignificantes. Cosas de la vida diaria, que nos suceden algunas veces y por las que normalmente nos quejamos. 

     Pongo ejemplos:

    1)  Una señora se retrasó porque no le sonó el despertador.

   2) Uno de los directores se le hizo tarde porque era el primer día de parvulario de su hijo y se extendió más de lo necesario en la clase, ya que a su pequeño no quería despegarse de su padre.

     3) A uno de los  empleados se le escapó el autobús a pesar de correr tras él

    4) Otro de los trabajadores se quedó atascado en la carretera a causa de un accidente de tráfico

    5) Uno de ellos se tiró el café encima y necesitó algo más de tiempo para poder cambiarse la ropa.       

     6) Una de las  empleadas contó que justo aquel día salió tarde de casa ya que recibió un paquete.

    7) Otra comentó que su coche no arrancaba y se detuvo esperando a la grúa.

    8) El siguiente contó que no conseguía taxi, algo inusual en la zona donde vive.  

    Y  por último, la que me pareció más curiosa, un señor que contó que ese mismo día estrenaba unos zapatos que se había comprado el día anterior, le hicieron daño y paró justo cerca del edificio a comprar apósitos en una farmacia para la herida que le habían hecho y gracias a eso hoy está vivo.  

    Como has leído son cosas que también te pueden pasar a ti. 

    Para que veas que hasta las cosas más pequeñas pasan por algo y que aprendas a mirar con otros ojos lo que nos sucede, aunque sean cosas que nos hagan comenzar el día "mal" según nuestra visión, pero a lo mejor no es un día malo, sino un mal menor para evitarnos una desgracia mayor.

    Después de leer esta historia llegué a la conclusión que todo pasa por algo y que si nos sucede alguna cosa será porque teníamos que pasar o estar en ese lugar. Así que la próxima vez que te hagan daño los zapatos, te retrases a causa de tus hijos, por una caravana o te eches el café encima de la ropa y debas volver a cambiarte, no te frustres, ni te enfades, piensa en esta historia y da gracias por todo lo bueno que tienes en la vida. Quizás sea que hoy no debes llegar a tiempo por algún motivo. Lo averigües o no, acéptalo y déjate llevar. El Universo a veces no te da casualidades sino causalidades.