Hoy celebramos el día de los enamorados, San Valentín.
Desde mi rinconcito quiero concienciar, dar mi opinión al respecto de la
celebración de tan mágico día.
Estoy totalmente de acuerdo de que las parejas celebren este
día de manera especial, nunca viene mal una celebración, a nadie le hace daño
recordar que se quieren y las muestras de amor. Me parece perfecto, las cenas,
las rosas, los bombones, los besos y el vale para un spa. Aunque estarán
conmigo en que el amor es a diario, con sus días mejores y otros no tanto, hay que luchar día a día por mantener lo que tenemos.
Pero lo que sí debe acabar ya, es el regalar rosas este día, para en las
siguientes épocas del año llevarlas al cementerio porque un chiflado a matado a
su pareja o antigua pareja. Y no digamos
los maltratos psicológicos, que dejan huella toda la vida. Y esto les ocurre
también a los hombres y a más de los que pensamos, solo que ellos por vergüenza
o por no parecer eso, "menos hombres", no lo denuncian. Debemos entender que
tenemos que luchar y ganarnos al otro con el respeto mutuo para que deseen
seguir a nuestro lado libremente.
En mi opinión, necesitamos más educación emocional en los
colegios, más enseñar a gestionar emociones a nuestros niños, más aprender a querernos con nuestras diferencias y características, más autoestima, más transmisión
de igualdad a nuestros adolescentes. Que ambos sexos somos iguales en derechos,
obligaciones y libertades. Nuestras diferencias es lo que nos hace ser especiales y es precisamente lo que enamora al otro, y que conste que hablo tanto de parejas heterosexuales
como homosexuales.
Todos nacemos libres y en las mismas condiciones.
Quiero para mis hijos, de ambos sexos, las mismas
oportunidades, los mismos sueldos por trabajos iguales, que mi hija pueda salir
hasta las mismas horas que su hermano, sin miedo a que le ocurra nada, que
ambos puedan elegir con libertad sus parejas y que sea con respeto mutuo. Deseo que sus parejas, no “colaboren” en casa, o “ayuden”,
sino que hagan lo que deben hacer en igualdad, sin que tengan que decirles que
frieguen o pongan la lavadora. Educo a mi hijo para que el día de mañana peine o bañe a sus
hijos sin que su pareja se lo solicite, que sepa que hay que limpiar los baños,
sin que nadie tenga que pedírselo, pretendo que mi hija llegue del trabajo sin
ser una esclava de la casa, que mientras ella hace de comer, su pareja haga las
camas o limpie el piso. Ruego que se acaben los roles. Entonces, será perfecto
celebrar el día del amor.
Les dejo con esta reflexión, que mi marido ya ha preparado
el almuerzo y a mí me toca hoy limpiar la loza.
¡Feliz día de San Valentín! Y disfruten de lo más importante
para poder dar, del Amor a vosotros mismos.