Desde mi rinconcito:
Hoy decidí perdonarte.
No lo he hecho porque tú me pediste disculpas, ni porque te diste cuenta del daño ocasionado.
Sé bien que la culpa no fue solo tuya. Sí, tú eras así, pero yo te lo permití. Yo lo acepté cada vez rebajándome más, anulándome más. Yo te atraje a mí por algún motivo, porque no me valoraba, porque tenía algo que aprender...
Desde luego aprendí, por supuesto que aprendí, comencé a valorarme y a quererme.
Ahora estoy llena de amor y felicidad. Eso es lo que reparto y ahora puedo dar lo mejor de este nuevo yo.
Sí, ya te perdoné, porque mi alma necesitaba hacerlo por sí misma, para crear mi mundo sin rencores, sin dolor. Ahora mi corazón tiene mucho más hueco para todo lo bueno que me ha llegado y para dejar venir todo lo maravilloso y mágico que aún está por llegar.
Aquel hombre que yo creí conocer ya no existe. No sé si alguna vez existió, o yo te justifiqué hasta idealizarte, lo cierto es que me defraudaste; no, quizás fui yo quien me defraudé a mí misma engañándome. Ya da igual, ese hombre que yo creía que eras ya le lloré en su día, ya pasé el duelo, ya lo enterré y lo superé.
Si algún momento el Universo te vuelve a poner en mi camino, te saludaré, claro que te saludaré, pero al igual que se saluda a un conocido, no como se saluda a un amigo, no como a alguien a quien quieres, ni siquiera como a alguien a quien aprecias, porque esa persona que ahora estaría viendo, ya es un extraño para mí, no fue el hombre de quien me enamoré, ni el creí que eras hasta que te desenmascaraste o a mí se me cayó la venda de los ojos.
Hoy deseo que las cosas te estén yendo bien, y lo hago de corazón. porque gracias a lo que pasé contigo, a que me mostraste con tu actitud y comportamiento lo que no quería en mi vida y a todo lo que tuve que superar por ti, hoy por hoy soy muy FELIZ.
Es que, Carmen, escribes muy bien. Escribes con el corazón y eso se nota. Me alegra que seas feliz y que hayas superado cosas, la vida es un continuo aprendizaje. Besos
ResponderEliminarSiempre aprendiendo. Y siempre con ilusiones y metas, mantiene el espíritu joven, a pesar de las edades que tengamos
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