lunes, 7 de septiembre de 2020

LOS MEJORES REGALOS NO VIENEN ENVUELTOS EN PAPEL

 










Los mejores regalos no vienen envueltos en papel.


Efectivamente los mejores regalos no vienen envueltos en papel. Los mejores regalos son aquellos que salen del corazón, se envuelven en luz y se entregan con el alma.

Ayer fue mi cumpleaños y a pesar de la distancia de nuestros seres queridos, que por esta época nos ha tocado vivir, fue un día especial y cargado de emociones para mí.

Para comenzar el día, veo la sonrisa de mi pareja que, aunque acabo de salir de la cama: pelos desgreñados, legañas en los ojos y aún con la baba colgando de un sueño profundo, vamos que toda “glamour” y “sex-appeal”, me recibe con el café preparado y felicitándome me dice que estoy guapísima. Continúa mi día con los abrazos y las felicitaciones de mis hijos, invadiéndome de gozo con ese amor tan tierno y sin cortapisas de la inocencia que solo poseen los niños. Y a partir  de ahí ya fue un no parar de mensajes y llamadas de familiares, amigos, compañeros y conocidos. Hasta alguna amiga que se encuentra lejos, recordándome que no me olvida y que sigue ahí para mí. Comienzan a entrar felicitaciones por las redes sociales a lo largo de todo el día, cargadas de buenos deseos para mí.  A medio día decidí preparar una tarta casera con mis hijos, haciendo de esa preparación un momento especial cargado de complicidad y diversión.

Ya por la noche hice valoración del día y ahí me di cuenta de lo afortunada que soy por tenerles a todos y porque sean parte de mi vida.

Aún en la distancia, mi día fue especial. Todos ustedes tuvieron la “culpa” de que fuese así, fantástico y maravilloso.

Me fui a la cama con el alma llena, mi corazón rebosaba de felicidad.

Gracias a todos por vuestros maravillosos y enriquecedores regalos, hechos de vuestro tiempo y  adornados de amor.