Aquí desde mi
rinconcito, les quiero trasladar como siempre una nueva reflexión.
Debemos aprender a educar. Somos totalmente responsables
de resaltar las virtudes de nuestros hijos. Pienso que hace tiempo que la vida
ha cambiado y va dando giros constantes, inclusive en lo que a la educación se
refiere. Deberíamos de comenzar a educar ya de otro modo y no como lo hicieron
con la mayoría de nosotros. Desde luego fue lo mejor que nuestros mayores
pudieron hacer en esa época; pero al igual que antes era válido un azote en las
posaderas, ahora dialogamos con nuestros pequeños y no hay castigos físicos.
Sus padres, lógicamente preocupados por su futuro, le decían que tenía que estudiar más, que del dibujo no se podía vivir, que se moriría de hambre como muchos de los grandes pintores hoy en día reconocidos. Lo pusieron en clases de ayuda, que le facilitaron al menos llegar al aprobado.
Desgraciadamente, sus padres fallecieron en poco tiempo uno del otro. Su mamá de una enfermedad y su padre de un accidente.
Su papá tenía un hijo mayor de un anterior matrimonio que ya estaba casado y tenía su propia familia, pero recogió a sus dos hermanos, Así que los dos pequeños se fueron a vivir con ellos.
Más adelante ese niño decidió estudiar arte. Y ahí está. Hoy en día se dedica a ilustrar libros y colabora estrechamente con el departamento de conservación de un museo. Por supuesto, también pinta cuadros y ha realizado exposiciones con sus obras.
Potencien aquello que les apasiona a sus hijos, que intenten conseguir aquello que quieren ser en la vida. Que sus trabajos no se conviertan en eso, un simple trabajo para vivir, sino en una pasión por la que vivir.
P.D: Dedicado a ti, amigo, mi pintor favorito.