viernes, 29 de diciembre de 2023

¡Adiós, 2023! ¡Hola 2024!


        





Quiero despedir al 2023 aprovechando para darles las gracias por seguirme y acompañarme en Mi Rinconcito; así mismo les deseo puedan ver cumplido sus proyectos en este nuevo año, que llegue cargado de días maravillosos y muchísima salud para disfrutarlos plenamente.

2023,  me has dado muchas cosas buenas (momentos felices y dulces, salud para mis hijos, proyectos cumplidos, contacto directo con lectores…).
También me has tirado y me has vapuleado como si de un terremoto se tratara. He tenido que pasar por una cirugía, que afortunadamente va bien. He lidiado con algún fantasma interno, que ha dolido, pero está en proceso de sanación.  Me has quitado tres seres muy queridos e importantes para mí, tan seguidos que aún no me había recuperado de una perdida y llegaba la otra; y a pesar de eso he hecho honor precisamente a la fortaleza que ellos me enseñaron y me he levantado con vigor de nuevo. No contento, con ello me entero de la enfermedad grave de una amiga.
 Algunas personas a las que yo llamaba “amigos” se han bajado de mi tren en este año, aunque debo agradecértelo pues han dejado espacio y en la parada siguiente se han subido otros que son extraordinarios y por supuesto han continuado el viaje conmigo los más antiguos,  los mejores, esos incondicionales que pese a conocerme mejor que yo misma, continúan a mi lado. A ellos gracias también.
Querido año, viejo compañero, me has dado momentos de felicidad, regocijo y alegrías, si bien es cierto que me has hecho llorar mucho. He aceptado estoicamente ambas emociones como buenas, como aprendizaje, tomándome mi tiempo para procesarlas y evolucionar.
Sabes perfectamente 2023 que NO ME HE RENDIDO y no lo voy a hacer.
2024 espero todas tus SORPRESAS. Te juro que estoy PREPARADA.
                    ¡Bienvenido Año Nuevo!



domingo, 24 de diciembre de 2023

Noche Buena

 








Aquí desde Mi Rinconcito, primero les cuento:

Por si no lo saben, esta noche se llama “Noche Buena” ya que según la religión cristiana es el nacimiento de Jesús. Al igual que se dice a las mujeres que van a parir ¡Qué tengas buena hora!, esta es una Noche Buena por ese nacimiento.

En segundo lugar, desearles a todos una Feliz Navidad y un Próspero Año Nuevo cargado de deseos cumplidos, sobre todos aquellos que os dicte vuestro corazón y vuestra alma, los que no sólo les favorezcan individualmente, sino aquellos que repercutan a todos los que dependen de nosotros y están a nuestro lado.

Tercero, rogarles disfruten de esta noche como si no hubiera un mañana. A las personas que este año, como a mí, nos falta alguien, piensen que ellos están en nuestros corazones, en como esas personas (abuelos, tíos, madres, padres…) nos enseñaron a disfrutar de la navidad. Ahora nos toca a nosotros; así que a vestirnos con una sonrisa, a ponernos el traje mágico de la navidad, a inundar el corazón de la felicidad compartida y a repartir lo que tengamos con nuestros seres queridos. Si hay niños es una obligación absoluta  y si no, piensen en como esas personas ausentes nos hacían sentir especiales en esa noche.

En mi caso tengo que agradecer que la vida siempre que me ha quitado algo, me lo ha compensado con creces dándome buenos amigos, pareja, hijos maravillosos y hasta unos compañeros de cuatro patas que me regalan amor incondicional y compañía.

Los que se han ido de esta existencia han aportado a mi vida la persona que soy, dejando una huella imborrable. Los que se han quedado en el camino me hicieron aprender lo que no quería, me enseñaron a ser fuerte, me dejaron una enseñanza para superar obstáculos o aportaron experiencia, hasta algunos  simplemente dejaron espacio a almas mejores o más a fin a mi proyecto de vida.

A los que nos faltan en este plano, los queremos y extrañamos, pero siempre estarán con nosotros. A los que se bajaron de nuestras vidas y a todos ustedes ¡FELICES FIESTAS! y recuerden, les toca compartir magia, SEAN MAGIA para sus seres queridos.

  Un enorme abrazo.




 

sábado, 9 de diciembre de 2023

Mi querida DUNIA


    
 










      


    

    Cuando comencé a trabajar en U.G.T, tú hacías unos meses que estabas empleada allí.
    Cruci y tú me recibieron como si me conocierais de toda la vida, días después también entró mi querida Sonia en mi vida laboral y personal.
    Tú me abriste las puertas y de inmediato tu corazón. Hace ya treinta y cuatro años de eso.
    Enseguida hicimos una fabulosa conexión que llevó a una gran amistad.
    Comprobamos que teníamos muchas cosas en común: ideas, aficiones, amistades y hasta la edad. Habías nacido el mismo año, el mismo mes y solo dos días antes que yo. Siempre bromeabas con ello diciendo:
    —“Pues me haces caso, porque soy más vieja que tú”.
    —Pero si sólo son dos días. —Contestaba yo.
    —Pues, ahí está, yo ya berreaba y tú no habías nacido. —Me respondías sonriendo.
   A menudo, gasto tu broma preferida. Cuando me preguntan si he visto una película en el cine de reciente estreno digo: Cómo dice mi amiga Dunia “Yo no voy al cine, desde que estrenaron La Violetera”, y la gente se ríe.
    La vida te puso un obstáculo, la enfermedad de Tino, tu marido, la superaron juntos y nunca decaíste. Siempre unidos, cómplices y tan enamorados como al principio.
    A mí me apoyabas con mis libros, te informabas de mis entrevistas, mis problemas, estabas al tanto de mi vida y te presentabas cuando había cosas importantes para mí. 
    Aún recuerdo cuando falleció Tilde, una de las limpiadoras del sindicato, con la que las dos teníamos muy buena amistad. Casi no superas su fallecimiento, pillaste una depresión y me confesabas en el cuarto del café el miedo que tenías por como se la había llevado el cáncer. Y resulta que Azrael ha venido a buscarte por la misma enfermedad y del mismo modo. Pero no te quitó en ningún momento tu sonrisa y tu fortaleza para compartir con tus hijas y esposo.
      ¡PUÑETERA VIDA!
    Al menos pude verte y despedirme de tí, gracias a que tus hijas me llamaron para darte mi último beso y decirte cuanto te quería.
      Siempre veías lo bueno de todo el mundo. Fuiste un ángel en vida. Ahora ese ángel se ha puesto las alas y ha volado al cielo.
     ¡Te dejabas querer tanto, Dunita!
    Descansa en paz amiga. 



martes, 5 de diciembre de 2023

A mi tío Juani



Foto cortesía del gran fotógrafo, mi amigo, Paco Elvira


        Y te fuiste.

    Te marchaste tal y como tú eres, igual que hizo Papi (tu padre, mi abuelo), dignamente, callado, sin quejarte, sin protestar

      — Me duele el estómago. —Comentaste.

    Te sentaste en el sillón y ya no quisiste volver más del otro lado. Nadie te pudo traerte de nuevo, aunque lo intentaron.

    Te fuiste para siempre a escasos meses de fallecer mami (tu madre, mi abuela).

    No sabes cómo voy a echar de menos nuestras conversaciones sobre el más allá y las almas, tus charlas sobre el perdón y el amor a los demás y por supuestos, tus bromas en las que muchas veces te dije “¡qué pesado eres tío!”, pero ni te imaginas como voy a extrañar ahora tus bromas.

    Aún no nos habíamos recuperado de la partida de la abuela y tú también has cogido la maleta, has metido tu maravillosa alma y has subido al tren de parada final en el paraíso.

    En el cielo te están esperando, Papi y Mami con los brazos abiertos, mientras nosotros nos quedamos con este vacío tan grande.

    Tu esposa, tus hijos, nietos, etc. tienen más derecho que yo a estar tristes; pero, aunque quiera, no puedo evitar este dolor que siento.

    Cuando llegues con los abuelos diles que los quiero y no olvides tú, que también te queremos.

    Buen viaje y descansa tío Juani.