—¡Chicos, miren que amanecer más bonito!
Intentas
que ellos atesoren esos pequeños momentos, que a veces pasan desapercibidos,
pero que la vida nos lo ofrece como regalo, como un presente.
Retienes en
tu retina ese mágico instante que hace que te cargues de energía.
Te sientes
tremendamente bien al oírlos comentar lo bonito y especial que es ver
amanecer. Te enorgulleces de que lo aprecien y admiren, aún a sabiendas que son
muy jóvenes para valorarlo de la misma forma que tú.
Continúas conduciendo y en el asiento de
atrás oyes a tu hijo comentarte:
—Mami, yo le he sacado fotos con tu móvil, por si
quieres verlo bien después cuando pares el coche.
Ese detalle de tu pequeño para que
tú lo puedas disfrutar no tiene precio.
Por eso lo comparto con ustedes y les
pido desde mi rinconcito que:
Aprecien cada momento de vuestras vidas.
Atesoren cada minuto de felicidad, cada instante compartido con los seres
queridos. Disfruten de cada nuevo amanecer como si fuera único e inigualable.
El pasado, pasó. El futuro aún no ha llegado. El presente es un presente, un regalo hermoso.